lunes, 16 de diciembre de 2013

EL CABO SABINO

Cuando era pequeño, así como los chicos actuales viven metidos en los videos juegos, yo vivía sumergido en las revistas de historietas. Mis héroes fueron (Y siguen siendo) los dibujantes de lo que ahora llaman comics. Uno de mis personajes predilectos era el Cabo Sabino, una creación de Carlos Casalla. Sus aventuras de desenvolvían en la pampa argentina. Hubo un tiempo en que los indígenas eran dueños y señores de toda la zona sur y centro del país, arrasando con todo aquello que intentara llevar el progreso a esas regiones. barrían con los ranchos, mataban con sus afiladas lanzas a los hombres que intentaban defender lo suyo, raptaban a las mujeres y robaban el ganado, que luego lo vendían del otro lado de la cordillera. El ataque violento de un grupo de salvajes que arrasaban con todo lo que se ponía a su paso recibía el nombre de "malón". Alguien dispuso ir avanzando armando fortines, sitios protegido con una empalizada que los rodeaba, muchos con un foso a su alrededor, y con un atalaya para prever los posibles ataques, que recibía el nombre de "mangrullo". Los paisanos hacían sus ranchos alrededor del fortín, y cuando les avisaban que venía el malón se refugiaban en la fortificación y se sostenían hasta donde les era posible. Mucho de estos fortines fueron el origen de los pueblos que se fueron armando y dieron el avance necesario para establecer un país tan grande como la Argentina. En un pueblo como ese me crié yo: Tres Arroyos, cuyo fortín fue creado por Benito Machado, y más adelante, fundado por el entonces gobernador Dardo Rocha. Así nació la cuna del genio que les escribe. (¿o alguien piensa lo contrario?). Pues bien, en ese ambiente se desarrollaban las fantásticas historias del Cabo Sabino, un héroe nacional, que no venía del "far west" sino de las inmensas pampas. En su recuerdo es que elegí su imagen para representarme. Sepan que es un orgullo, un inmenso orgullo. Les dejo varias imágenes, algunas de la historieta, otra de un increíble cuadro donde pueden captar la desesperación de la mujer que será llevada a vivir en las tolderías y será la concubina de algún ranquel y finalmente una foto mía con una anécdota no muy extraña para estos tiempos.


Este es un autorretrato de Casalla y su personaje.

















Un afiche que ganó el concurso por el 75 aniversario de Tres Arroyos. Una creación de mi padre. Con la peculiaridad, que por problemas de presupuesto nunca se llegó a imprimir.
Un cuadro del pintor uruguayo Blanes, que transmite con maestría la angustia y la impotencia de la mujer que ha sido raptada por un indígena.

1 comentario:

  1. Un precioso retorno a los años de nuestro pasado, un pasado argentino en el cual había personas como el creador del cabo Sabino, que se preocupaban por representarnos y hacerlo con un muy buen nivel. ¿Donde se nos fueron todos ellos? Como mi obra favorita, aunque sea extranjera, "Lo que el viento se llevo", en este caso no de Atlanta, sino de Argentina....¿Para siempre?

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